lunes, 21 de julio de 2008

Contracanto a Azalia



Si la historia se personificara
haría justicia a la belleza y al deseo,
cantaría al credo,
a los ausentes,
finalmente a los presentes,
a aquellos que son mas que ideólogos de una sonrisa incierta.

Castigaría los que tienen el ánimo de no desconocer
los pasaportes impuestos por los agentes de la propia pseudo-historia cotidiana
y lamentaría el camino
aquel,
el que inculca porque se mire
unicamente el tamaño que ven los ojos
no la profundidad ni claridad del sentimiento.

Vería que solo pasiones hay,
debajo de los mantos que cubren el corazón,
los sentires,
las odas saltarinas del mar,
la vastidad del océano,
la figura que hace derramar la vida y que tuerce las lenguas escondidas, 
como tú.

Tú,
la que da color y sentido,
que permites que sola se desparrame,
gota a gota, pero que desparrame,
cantando se desparrame,
como labilidad tibia de unas temerosas aves
musitando entre vientos y recodos húmedos.

Tú que solo me despiertas acurrucar tu sentir.

Es momento de ver
cuan placentera es
la rosa en su jardín o la flor en el otoño,
de la canela o el bronce celestial.
Unicamente puedes tú
con mi pesadumbre y los puntos cardinales
que marcan el rumbo que has tallado y yo te permito.

Abrigaba,
perdí el abrigo,
pero con cobijas de fierro
creí en el sonido entrecortado de atabales perdidos,
olvidadas especies de especiales o celestes amores,
que solo se encuentran en espacios de una ecología imaginaria.

Carga que solo apena cuando el resultado es desesperante y hueco.
Cuando no tiene ni esperanza, mucho menos libertad.

1 comentario:

dulce dijo...

otra vueltecita por aquí. Muy bonito, con la esperanza de hallar lo que se ansía. Lindo
Un abrazo.