martes, 13 de marzo de 2012

Parar la muerte del toro

No se puede nacer
para la muerte
cuando se nace siempre
para la vida.


Si cultivas aromas
cuando es que hay flores
de tantas que son
como la vida
no se puede nacer muerto ya
un muerto en vida.

No se puede seguir
por vil negocio
matando la vida de los toros
sin quemar las colmenas de avariciosos
que no saben presentar ni un solo gesto de la vida.

Se debe parar la muerte inocente
que como los toros hacen la vida
de centenares de expectadores ilusos
comediantes miradas de beneficios
infelices destierros
de tristes cuentos.

Realidades tan ciertas
como mi vida
aromas natimuertas.

Ambientes destrozados
las miradas desiertas
no se puede esperar ni el mediodía.

Tradiciones que apresan
creaciones libres
como sangrar al toro
que nace para la muerte
cuando se nace y vive para la vida.

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