miércoles, 27 de enero de 2010

Ayer estuve contigo Y... Pablo...



Si,
a los cantos de las aves migratorias
a la labilidad afectiva que alternan.


Como si fueran siempres...

movimientos que no se detienen

que cantan.



Es cierto que quiero que te sorprendas
con esa estaca que has hecho.


Con la siembra destacada realizada por tí
como la sonrisa que se hace horizonte.

Besando el mar de tus labios de miel

sosteniendo el río de tu camino y futuro

abierto,
solitario,

acompañado por quien quieras que te quiera.


Tus rosas altivas y bellas

sabrosas
candorosas
tan dulces que se hacen melosas

recorriendo mi vida entera en un instante.


Así como divagando y casi andando
como en medio de la nada
que es
algo que no existe mas que un pedazo
como vidas múltiples

simples y mutantes

igual que un sueño que solo es como sueñas.


Deseos para despertar lo que sí existe igual que tu.



Mi deseo inmenso de dar a Haití lo que le falta
como siento que quiero darlo a tí también.


Con justicia y egoismo
igual que el beso
que doy al mismo cielo
sin deseos de que nadie quiera mas que yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa añoranza latente y presente... esa añoranza que lastima...a ambos
A tí y al tiempo...ese tiempo que se esfuma cuando volteas y no ves de frente...como!
así de pronto...

Gibram dijo...

Los tiempos son como los instantes y situaciones que aunque hagan pasado se mantienen, si son profundos, haciendo futuros claros, solamente cuando se es claro y preciso.