jueves, 5 de noviembre de 2009

Las Dos Mujeres


Ni siquiera es comprendido
que venimos hoy

igual que fuera mañana
de una canasta hecha a mano
calculada con esmero
con la misma definición
que hace la identidad.


Es recordando como se espera
cuando lo que se hace se quiere esperar
sobretodo que si una quiere la otra no quiera

es como la cabeza de un rompecabezas.


Algo que no quiere ser pero tiene que ser,
esperado

se deja a lo que quiere el río
aquello que solo el agua da

frescura
ternura que recuerda una criatura

maravillosa

llena de una vida y de rosas.

Son dos cosas las que hay
porque son las dos que se ven
y tambien porque son dos cosas
aquellas que no se ven.


La casa que no tiene puertas ni ventanas
una mujer es la puerta
la otra es una ventana
como si fuera el cielo.


La entrada a la primavera
la salida del invierno veraniego

no de cualquier invierno y de cualquiera

de este o de un verano otoñal.

Que gusta colocarse en las huellas del epicentro caribeño.


El sendero no camina pero conduce a un buen trecho.
A buena preocupación se compadece un acecho.

De este o del otro lado que siempre se ve
la luna, el sol y todas la maravillas.

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