viernes, 3 de abril de 2009

Una voz de entrada



Entré donde no estabas
pero me encontré a mi mismo
como nunca estaba yo
sin tí,
sin tí,
sin tí.

Quise continuar mas adentro
donde te encontrara
donde tu estuvieras
fresca
inmediata
sin esperas de horizontes húmedos
como si estuvieran tristes
con caracolas
llenos de virtudes y aprestos
con cantares y maravillas
discretamente como son las cosas.

Así mismo,
como ellas son y no de otro modo.

Si el amor es el que ama
amor es lo que soy
y si lo que soy ama
me mantendré siendo amor.

Sin que me confundan
y sin confundir aunque me sienta confuso
adormilado
sin sueño
enteramente observando las pisadas que cada mañana veo
sobre la arena de tu cuerpo
en el mismo techo que tu guardas tu vida.

Ahí mismo es que voy a buscar para encontrarte
ahí mismo,
en ese techo que usas
en la canción que escuchas
ahí en el tono que pones
ahí mismo es que voy a buscarte
para de seguro encontrarte mas llena
tan llena como tu propia vida y la mía.

Igual a lo que dice mi propia espera y esperanza.

Mis ojos quizás están tristones por tu ausencia
es posible que esten así
tristes
opalinos...

Recordé el baile y la danza
la danza y el baile
los recuerdos
las calles que mas amas
las noches mas frescas

Miré los días que no estaban
las noches que llegaban
furtivamente me colé en ese tren.

1 comentario:

dulce dijo...

Me has conmovido. Gracias. Me pregunto, realmente amar basta?